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¿Qué es la MTC?

La medicina tradicional china (MTC) es una medicina ancestral originada en China en el 1400 aC que no solo ha sobrevivido sino que también ha evolucionado a lo largo de la historia. Durante la segunda mitad del siglo XX, TCM se introdujo en Occidente y obtuvo una gran aceptación. Solo un ejemplo, una doctora china Tu Youyou, se convirtió en la primera mujer china en ganar un Premio Nobel en 2015, por su trabajo para ayudar a crear una medicina contra la malaria. Del mismo modo, y en 2004, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció los efectos positivos de la acupuntura en una serie de condiciones de salud.

 

Los usuarios occidentales han encontrado en la MTC un enfoque diferente, no invasivo y preventivo de la medicina capaz de producir resultados positivos de manera eficaz y rápida. La medicina china adopta un enfoque holístico de la salud, ya que entiende que no hay enfermedades, sino pacientes. Considera no solo lo que sucede en el órgano afectado, sino también lo que sucede en todo el organismo y como éste responde a las influencias externas y los estímulos del medio ambiente.

 

Los pilares básicos de la medicina china son la teoría del yin y el yang y la teoría de los cinco elementos. Los principios y las premisas de la medicina china provienen directamente de la filosofía taoísta tradicional, la escuela de pensamiento más antigua y única de China. La premisa principal de la teoría médica china es que cada forma de vida en el universo está animada por una energía vital llamada "Qi". El "Qi", sustancia fundamental del organismo y del universo, impregna y penetra todo el cosmos. La digestión, por ejemplo, extrae "Qi" de los alimentos y bebidas y lo transporta a todo el cuerpo, respirando extractos de "Qi" del aire hacia los pulmones, etc.

 

Cuando estas formas de "Qi" se encuentran en la sangre, el "Qi" circula como energía vital a través de los meridianos o canales de energía.

 

La medicina china utiliza varias técnicas curativas de tratamiento, que se aplican según la patología del paciente. Estos incluyen: acupuntura, tuina, herbología, ventosas, moxibustión y auriculoterapia, entre otros. Una de las principales características de estos tratamientos, además de su efectividad, es que carecen de efectos secundarios, tan frecuentes en los medicamentos convencionales.

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